Para limpiar la casa es necesario organizarse, por lo que tener un plan de acción nos permitirá ahorrar tiempo y esfuerzos. Por lo general, después del lavado, quitar el polvo, hacer las camas, limpiar las ventanas y así sucesivamente, se termina con la limpieza del suelo.
En primer lugar, antes de limpiarlo, hay que aspirar el polvo depositado después de la polvareda que hemos levantado: eliminar la suciedad aspirando, parece obvio, pero en realidad, podemos seguir algunos consejos para optimizar los resultados . Comenzamos apartando los objetos de la habitación, subiendo las sillas a las mesas, y recogiendo las alfombras y todos los objetos que hayan en el suelo. Una vez hecho esto, sigue los siguientes pasos para limpiar fácilmente y en profundidad.
#1 ASPIRACIÓN IN SLOW-MOTION
Aspirando lentamente, especialmente las alfombras, se recoge mayor cantidad de polvo. Hay que centrarse especialmente en las esquinas y debajo de los de los muebles, con movimientos más ligeros.
Además, este método de limpieza es mucho menos agotador!
#2 OPTIMIZAR EL TIEMPO
Coloca una bolsa en el gancho del aspirador para recoger lo que sea demasiado grande para ser aspirado. De esta manera no hay que parar continuamente.
#3 LIMPIEZA DE LOS OBJETOS PEQUEÑOS
Coloca un viejo par de medias y colócalas sobre la boquilla del aspirador sujetándolas con una banda elástica. Esta es una forma práctica para evitar aspirar objetos pequeños ( cuando solamente queremos aspirar polvo), o para proteger las prendas delicadas como flores de tela.
#4 COMENZAR POR LAS ESQUINAS
Puede parecer obvio, pero es un truco muy útil para no aspirar el mismo sitio en repetidas ocasiones: comenzamos a aspirar por la esquina opuesta a la puerta de la habitación y utiliza el enchufe más cercano a la salida. No tendrás que volver a pasar por zonas que ya has limpiado.