La plancha de vapor es una herramienta que está expuesta a muchos factores externos y su cuidado y mantenimiento son acciones esenciales para obtener el mejor resultado en cada planchado, además de prolongar su vida útil. Pero, ¿sabes cómo limpiar tu plancha o centro de planchado a vapor?
La acumulación de cal, óxido o suciedad son los principales exponentes que afectan a este electrodoméstico, como consecuencia de la continua presencia de agua que puede provocar una solidificación de estos gérmenes.
Llegado a este punto, la plancha debe limpiarse con unos métodos y productos concretos, con el objetivo de retirar todas las impurezas y conseguir, de nuevo, una plancha limpia y preparada para seguir trabajando.
Cómo saber si necesitamos limpiar la plancha
La detección de estos problemas no siempre llegan a simple vista, por lo que hay que prestar atención al resultado que se aprecia en la ropa recién planchada.
La aparición de manchas, motas blancas o de cualquier otro elemento extraño es un síntoma muy significativo de que la máquina está sucia y que, por lo tanto, hay que aplicar un protocolo de limpieza sobre la suela.
Si bien las planchas más modernas disponen de mecanismos para evitar situaciones de este tipo, la aparición de cal es un riesgo que sigue siendo frecuente. La mejor forma para minimizarlo es retirar el agua después de cada planchado.
En cualquier caso, la suciedad se acumula, así que merece la pena seguir estas indicaciones para retirar la cal y otros elementos dañinos en la plancha.
Así es la descalcificación en una plancha
La descalcificación de una plancha se inicia con la acción de llenar el depósito con agua. A continuación, el termostato se coloca en su nivel máximo y el regulador de vapor, en el mínimo. El objetivo de esta medida es conseguir un choque térmico, fruto de los contrastes en la temperatura.
En este punto, hay que encender el aparato durante cinco minutos y apagarlo, después. Siempre y cuando esté desconectado de la corriente eléctrica, se coloca de forma horizontal, encima del fregadero.
En esa posición, el vapor irá saliendo al exterior y con ello salen también los restos de cal y otros restos de suciedad.
Para limpiar tu plancha o centro de planchado es recomendable pasar la suela por un trapo seco, durante varias ocasiones en este proceso.
Aplicación de productos: limpia tu centro de planchado
La limpieza de una plancha convencional se puede llevar a cabo, además, con el uso de algunos productos concretos, naturales y químicos, que ayudan a dejarla como nueva.
Son métodos más naturales que también pueden garantizar un buen acabado. La mezcla de bicarbonato sódico con agua es un ejemplo. Hay que aplicar dos cucharadas y remover hasta conseguir una pasta densa, que se esparce sobre la plancha. Superados los diez minutos, el resultado se retira con un paño húmedo. A continuación, el depósito se llena con agua mezclada con vinagre, la plancha se coloca a la temperatura máxima y el valor generado sirve de purificador para limpiar la suciedad que todavía se mantiene.
El vinagre es, precisamente, un producto muy útil para este fin. Otra acción más sencilla consiste en volcar unas cucharadas sobre un trapo, que se frota sobre la base de la plancha a vapor. Después, se utiliza un paño seco para secar.
La sal es otro de los productos que pueden resultar de gran utilidad a la hora de limpiar y desinfectar una plancha convencional. Un trapo seco y cubierto de sal se utiliza para frotar sobre aquellas manchas incrustadas en la plancha, que debe estar caliente. Los restos son retirados con una toalla húmeda.
El detergente, la pasta de dientes o el líquido utilizado para limpiar el lavavajillas son también soluciones para aplicar sobre la máquina, especialmente cuando hay que eliminar manchas concretas o limpiar una plancha quemada.
Los beneficios de los centros de planchado
La compra de un producto especializado y de calidad puede evitar la necesidad de realizar todas estas acciones.
Los centros de planchado a vapor de Polti cuentan con sofisticados sistemas para la retención y eliminación de la cal y otras partículas dañinas que sí que tienen un efecto negativo sobre los modelos más convencionales.
Están diseñados con una caldera que presenta una estructura interna especial, ideada para retener estos gérmenes y evitar así que se impregnen sobre la suela y ello puede afectar a la ropa.
No requiere un trabajo de mantenimiento, así que el usuario gana en comodidad y tiempo, además de tener siempre garantizado un resultado óptimo en el planchado.
La prevención de los efectos negativos de la cal se traduce en una mayor vida útil del producto, que tiene una garantía de diez años.
Los centros de planchado de Polti también ofrecen importantes beneficios en cuanto al consumo, ya que éste se ve reducido de forma notable.
La demanda de agua y electricidad desciende hasta en un cuarenta por ciento, de manera que el coste económico y medioambiental de conectar la máquina es muy inferior.
El resultado final, además, es de una calidad superior, gracias a un sistema muy potente que garantiza el mejor resultado, con un consumo mínimo y en un tiempo récord.